26 de noviembre de 2020 / por Jordi Solé Tuyá

De todos los nuevos referentes en management que han surgido en los últimos años, Tim Ferriss es sin duda uno de los más interesantes.

Nacido en 1977, nada en su trayectoria inicial parecía indicar que se convertiría en un emprendedor y mentor de alto nivel. Ferriss, crecido en Nueva York, consiguió un título en Estudios de Asia del Este de la Universidad de Princeton en 2000 e inmediatamente después de su graduación comenzó a trabajar en ventas en una compañía de almacenamiento de datos.

Su vida, sin embargo, dio un vuelco en 2001, poco después de iniciar su primer trabajo. En ese año, Ferriss fundó BrainQUICKEN, un comercio online dedicado a la venta de suplementos nutritivos para deportistas. Nueve años después, vendía la compañía a un fondo de inversión por una cantidad de varios millones y se convertía en uno de los grandes emprendedores de la nueva década.

Fruto de esta experiencia nació un libro que, con diferentes versiones y extensiones, se ha convertido en su obra cumbre: “La semana laboral de 4 horas”. En inglés: The 4-Hour Workweek.

¿Qué propone Tim Ferriss en La semana laboral de 4 horas?

Aunque escrito en 2007, el libro sigue siendo de gran actualidad por su contenido ya que es fruto de las largas jornadas de trabajo que Ferriss tuvo que llevar a cabo para sacar adelante su negocio mientras tenía, además, otro trabajo.

Harto del estrés, Ferriss decidió tomarse un año sabático en 2004 y viajar por el mundo, dedicándose a trabajar solo cuando quisiera y en los proyectos que de verdad le interesaban, olvidándose de chequear el correo electrónico cada poco tiempo y, sobre todo, de las reuniones y otros aspectos burocráticos que rigen, a veces creemos que, de manera inevitable, el día a día de toda organización.

La conclusión a la que llegó –que quizá en la cultura latina solo tener más clara, pero no así en la anglosajona, que cada vez copiamos más− es que no se puede esperar a la jubilación para poder disponer de tiempo y hacer lo que uno desea. Que no hay que vivir para trabajar, sino trabajar para vivir. Que uno puede convertir su pasión en el eje de su día a día y aportar allí donde él cree que puede hacerlo y donde más disfruta. Haciéndolo y viviendo a su manera.

Pero, cuidado: la semana laboral de cuatro horas no es una mera llamada a convertirse en un bon vivant. No se trata de irse a un país caribeño y trabajar una hora al día desde una hamaca. Se trata de encontrar aquello que nos emociona, la actividad en la que de verdad podemos aportar a la sociedad y al futuro y apostar por ella para lograr algo para nosotros y para el mundo.

Lo que de verdad nos enseña Ferriss es que más que productivos hay que ser eficientes y aprovechar el tiempo de nuestra jornada laboral, que no tiene por qué ser infinita.

Consejos de Tim Ferriss para ser más eficientes

Ahora bien, ¿cómo se consigue ser eficiente? En su libro, Ferriss da una serie de consejos que trataré de resumiros a continuación.

Hay estudios que han demostrado que el índice de felicidad de una persona no varía si ingresa entre 60 mil y 600 mil euros. Sin embargo, el número de horas que hay que trabajar para alcanzar una cifra u otra es muy diferentes.

Ferriss añade, además, que nada hay más valioso que el tiempo y la libertad y que no hay por qué esperar a la jubilación para lograrlos. Frente a quienes ven la vida de manera lineal, como una siembra cuyos frutos recogerán a los 65 o 67 años –si llegan a esa edad−, él propone una nueva mentalidad, de rico, que consiste en darse cuenta de que muchos años antes podemos ser ya ricos en tiempo, en salud y en emociones sin necesidad de esperar a jubilarnos.

¿Te has preguntado qué es el éxito para ti? ¿Has vislumbrado, de verdad, con realismo, lo que supondría la consecución de alguno de tus sueños? Para muchos, la libertad y el tiempo libre para disfrutar del ocio y la familia es fundamental, y sin embargo en sus sueños de éxito solo figura alcanzar un trabajo o un estatus social que, de lograrlos, no les dejaría ni libertad ni tiempo para pasarlo con la familia o practicando otras actividades. Alinear sueños, valores y día a día es fundamental para alcanzar un éxito verdadero. Un éxito que será distinto para cada uno de nosotros y que no puede estar influenciado por ideas o paradigmas externos como los propuestos por la sociedad, el cine, etc.

Por otro lado, la mentalidad del rico, señala Ferriss consiste en forzar a sus sueños. Muchas veces estas personas plantean retos que para los demás son inimaginables, que rompen reglas establecidas, pero que precisamente porque nadie los ha planteado antes les conceden más beneficios y frecuentemente también una mayor notoriedad.

Como es bien sabido, el 80% de las ventas suele proceder del 20% de los clientes. Esto no quiere decir, apunta Ferriss que haya que trabajar solo para ese 20% ni un 20% de las horas, pero sí debe ayudarnos a priorizar para quién trabajamos y a quién dirigimos nuestros mejores esfuerzos. Aquel que sea nuestro principal cliente no puede quedar relegado a los últimos lugares de nuestra atención ni podemos dedicarle menos tiempo que a otros solo porque estos son más insistentes, nos urgen o nos llenan la bandeja del correo con emails.

Si tenemos claro nuestros objetivos, y quién nos ayudará a conseguirlos, podremos ser más eficientes. Haremos menos cosas, pero las que hagamos serán más significativas y habremos aprendido, además, a diferenciar lo importante de lo urgente.

Este último aspecto que quiero destacar hoy es muy aplicable a la situación actual. Ferriss señalaba los problemas que muchos empleados tenían para lograr mayores cuotas de libertad y un mayor tiempo para sí mismos debido a la renuencia de muchas empresas a creer en el teletrabajo. En la actualidad, la pandemia del Covid-19 ha acelerado la implantación del trabajo remoto en nuestro país, creando una situación que en muchos casos será irreversible.

Ahora bien, el empleado debe convencer a sus superiores de que su trabajo debe ser evaluado no por el número de horas delante del ordenador –incluso en su casa−, sino por los objetivos alcanzados. Es decir, por su eficiencia. Además, debe conseguir demostrar que el teletrabajo no le resta productividad, sino todo lo contrario, que trabajando en remoto se consigue ser más productivo y eficiente. Para ese es imprescindible la autoorganización y el empoderamiento del trabajador, que debe convertirse en el gestor absoluto de su tiempo y de sus objetivos.

En resumen, La Semana Laboral de 4 Horas y las ideas de Ferriss –que están disponibles también a través de vídeos y podcasts− es una lectura muy estimulante para esta época en la que estamos viviendo un cambio de paradigma laboral.

Ferriss nos empuja a hacernos más responsables, a buscar la eficiencia y no la productividad, a disfrutar de nuestro tiempo, a priorizar nuestros objetivos tanto vitales como laborales y a recordar, en suma, que no hace falta esperar al final de la vida para comenzar a disfrutar de esta.

Jordi Solé Tuyá

Consultor de empresas, especializado en financiación, reflotamiento y preparación para la venta.