Podríamos afirmar que, si el negocio de la intermediación bancaria no genera margen para quien lo opera, es porque no aporta valor y, por tanto, se puede prescindir de él.
El sector bancario es uno de los más proclives a afrontar la falta de rentabilidad con concentraciones que buscan, principalmente, sinergias en costes. En España siempre ha sido así. Esto es lo que persigue la fusión entre CaixaBank y Bankia. No obstante, la reducción de costes no será inmediata, puesto que, de entrada, los costes se incrementarán por la propia reestructuración y la ruptura de acuerdos con alguna aseguradora. Las consecuencias que el coronavirus acarreará al sector bancario en los próximos meses justifican por sí solas una fusión que, en otro caso, hubiera tenido que lidiarse con cuestiones políticas, ideológicas y autonómicas.
De esto y de la al parecer inmediata fusión entre La Caixa y Bankia hablo en este artículo publicado por el medio económico Cinco Días tanto en su edición en papel como en su edición digital.
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