La relación de la banca con las empresas se va a despersonalizar. Si esto ya lo estábamos apreciando, ahora se acentuará con el despido masivo de empleados de banca, el cierre de oficinas y la automatización de procesos.
La situación actual de la financiación para empresas
Antes del año 2008, la financiación de empresas, sobre todo de las pymes, estaba en manos principalmente de los bancos tradicionales y de unos pocos especialistas. Después de la crisis que comenzó en 2008, sin embargo, el mercado de la financiación de empresas abrió sus puertas a nuevos jugadores. Así, han surgido las empresas de crowdlending, direct lending y empresas de factoring extrabancario.
Por lo tanto, en lo que se refiere a la financiación de empresas, ahora hay una competencia mucho mayor en el mercado. Hace diez años, una pyme española que necesitara financiación solo podía acudir a su banco. Hoy, sin embargo, hay decenas de opciones. ¿Cómo ha reaccionado la banca tradicional a este reto? ¿Cuál es el futuro que espera a la banca de empresas en los próximos años?
Una de las claves de la banca de empresas del futuro será la automatización.
Automatización de procesos en la relación entre la empresa y los bancos
Una de las claves de la banca de empresas del futuro será la automatización, en línea con lo que ya están practicando casi todas las fintech.
Especialmente, se va a despersonalizar el proceso de análisis de riesgo que es el que determina si el banco puede o no ofrecer financiación a una determinada empresa.
En este proceso la interacción humana va a tender a desaparecer. La decisión se va a basar en un análisis de riesgos frío, que ya no va a tener en cuenta la documentación y los datos que la empresa proporcionaba, en el pasado, al banco, sino que se basará, tan solo, en la información que el banco pueda lograr sobre la empresa de manera automática y por sus propios medios.
¿Cómo van a afectar los cambios en los bancos a las empresas?
Al final, por lo tanto, será una máquina dotada de un algoritmo quien tome la decisión de concesión o no de financiación a la empresa. Por ello, es muy importante que las empresas empiecen a cuidar toda esta información que obtendrá el banco de manera automática y que va a determinar si recibe o no financiación.
Los directivos tendrán que poner más aún el foco en los balances y cuentas de resultados. Va a ser clave la estructura del balance, la relación entre unas partidas y otras, y la evolución de todo ello a lo largo de los últimos años.
Por eso, más allá del habitual gestor administrativo o asesor fiscal que tienen todas las empresas y que hacen su labor, será necesaria e importante la participación en la dirección de las empresas de un profesional que ofrezca una visión bancaria real. De sus aportaciones va a depender que el algoritmo del banco ofrezca o no financiación a la empresa y que la ofrezca en mejores o peores condiciones.