18 de enero de 2021 / por Jordi Solé Tuyá

El pasado año y lo poco que llevamos de 2021 nos han demostrado que eso que llamamos crisis, cambio acelerado y reinvención puede acabar convirtiéndose, por unas razones o por otras, en nuestra (verdadera) nueva normalidad.

Lo cierto es que el desarrollo tecnológico, el avance de la digitalización, la aparición de nuevos nichos de negocio y nuevas formas de comunicarse y la desaparición paulatina de algunos negocios tradicionales nos muestran que estamos en un periodo de cambios acelerados que no sabemos hasta cuándo durara.

En un escenario como ese es importante que los líderes empresariales cuenten con una serie de habilidades que les permitan capitanear sus naves haciendo uso tanto de la experiencia como de la intuición y, en cualquier caso, sin renunciar a lo que es ya un factor clave en la toma de decisiones: la agilidad.

En este post voy a repasar algunas de las que, desde mi punto de vista, considero las principales habilidades que todo líder debe tener en la actualidad.

Flexibilidad

Los líderes actuales deben ser capaces de ser flexibles. Porque sí: hoy por hoy no solo hay que decidir bien, además hay que hacerlo rápido.

Esto implica renunciar a planes prestablecidos cuando la intuición nos dice que no se van a cumplir y saber adaptarlos a unas circunstancias cambiantes. Pondré un ejemplo: en plena pandemia de COVID SEAT comenzó a fabricar respiradores con el motor adaptado de su limpiaparabrisas. Pero hay más ejemplos. Hemos conocido empresas cerveceras que se han reciclado y han pasado a producir material hospitalario o restaurantes que han sabido adaptarse muy rápidamente al delivery y que han aumentado sus ingresos al aumentar su clientela (que ya no está limitada por el aforo).

El líder actual debe ser capaz de ver estas alternativas y explotarlas, porque de lo contrario su empresa se puede venir abajo en muy pocos días debido a estas ocasionales, pero cada vez más frecuentes, sacudidas del mercado.

Capacidad de comunicar

Lo hemos mencionado varias veces en este blog porque es una de las cualidades al alza en todo líder: si no sabes convencer a tus equipos, estos no te seguirán y tu proyecto no tendrá éxito.

Para convencer, es necesario saber comunicar. Pero también lo es para vender y para dar a conocer la marca, producto o servicio a los medios.

Saber comunicar es saber expresar sintéticamente todo el conocimiento que tienes sobre tu sector y sobre tu negocio. Saber comunicar es convertirte en un experto en tu área no solo para unos pocos clientes, sino para todos los potenciales clientes. Esta capacidad de comunicación es, por lo tanto, no solo hacia dentro de la empresa sino también hacia afuera.

Si consigues una buena reputación como experto no sólo podrás vender más caro tu tiempo (tus servicios y productos) sino que, depende de cuál sea tu área, se te pueden abrir otras oportunidades de negocio como consultor, conferenciante, etc.

Comunicar es, además, clave para trasladar a los empleados cuáles son los objetivos de la empresa, aquello por lo que cada día van a trabajar.

Capacidad para delegar

En la actualidad, un líder no puede controlar todos los procesos de una empresa. Menos si dicha empresa es de gran tamaño. Elegir y rodearte de buenos profesionales y saber delegar en ellos, confiando en su criterio, es clave para lograr el éxito.

Para conseguirlo, no solo hay que elegir bien a los colaboradores desde un punto de vista formativo y técnico, sino acertar en la valía personal (moral) de los colaboradores. Además, hay que fomentar el trabajo en equipo, ayudar a los mandos intermedios a que también deleguen y, en general, inculcar a todos los empleados el valor de la responsabilidad.

Cada empleado debe saber qué hacer y por qué lo hace. Esto enlaza con lo dicho anteriormente sobre la comunicación, ya que si el equipo no conoce los objetivos ni tiene claro para qué y hacia dónde avanza, al líder le será más difícil delegar. El secretismo es, hoy por hoy, mala política.

Delegar es por lo tanto fundamental. Es tan fundamental como tener en quién hacerlo con confianza.

Ser un buen gestor del tiempo

En relación con lo anterior está esta cualidad del líder contemporánea cada vez más apreciada. Un buen líder debe saber gestionar su tiempo. En la actualidad, el auge del teletrabajo puede llevar a desperdiciar muchas horas de trabajo en reuniones intranscendentes, que podrían salir adelante sin la presencia de este líder.

Un líder actual debe centrarse en aquellas tareas que sólo él puede llevar a cabo, como por ejemplo, cerrar grandes acuerdos o conquistar clientes importantes. Si dedica su tiempo, que es el más valioso de la compañía, a minucias, probablemente su productividad se acabe estancando o tenga que trabajar más horas de las recomendable y acabe sufriendo el famoso proceso del burnout. Es decir, acabará quemado.

Mantenerse informado y “reciclado”

La solución al cambio y a la crisis suele venir de la posibilidad de hacer una rápida adaptación tecnológica. Para eso, es fundamental que el líder sea la persona de la empresa que está siempre “mirando al horizonte”.

Debe mantenerse informado sobre las últimas tendencias en management, en Marketing, en ventas y en comunicación. Pero también debe mantenerse al día de los avances tecnológicos en su sector y en sectores aledaños, en busca de mejoras que implementar en su empresa.

Además, debe mantenerse reciclado y ser capaz de entender y usar las últimas tecnologías, dando así ejemplo a su plantilla para que todo el equipo comprenda que, en la actualidad, quedarse atrás una vez es quedarse atrás para siempre.

Saber gestionar el cambio y el miedo

Es otra de las cualidades básicas y también hemos incidido en ella en el pasado al hablar del change management.

Gestionar el cambio ya no es una posibilidad, es una obligación. Como decíamos al comienzo del post las crisis y los cambios acelerados van a ser cada vez más habituales y esto va a obligar a las empresas a cambiar de manera constante.

El líder debe mantenerse siempre al día, “reciclado” y las empresas y sus empleados deben acostumbrarse a variar el rumbo para poder mantenerse a flote.

En este sentido, la habilidad del líder para gestionar el miedo al cambio de los empleados y para pilotar la empresa hacia un nuevo rumbo, convenciendo (a través de la comunicación) es clave para lograr éxitos.

El cambio puede ser un acicate para muchos y una losa para otros, pero si el líder, que es quien mira al horizonte, cree que es necesario, debe ser capaz de convencer a todo el equipo para que le siga y debe ser capaz de trazar la ruta adecuadamente para no perder beneficios ni clientes en ese proceso de cambio.

Nuevas tecnologías, nuevos procesos, nuevas maneras de vender y de comunicar exigen, por lo tanto, líderes flexibles, actualizados, sin miedo al cambio y con capacidad para convencer. Líderes que sepan delegar y gestionar su tiempo para ser más eficientes y que también lo sean sus empresas.

Jordi Solé Tuyá

Consultor de empresas, especializado en financiación, reflotamiento y preparación para la venta.